jueves, 30 de diciembre de 2010

En un año

Cuándo termina el año a uno le pasan pila de cosas por la cabeza.

Cosas que no analizaríamos hoy, si el año tuviera 13 o 14 meses, pero que le vamos a hacer, es así.

Al ser humano le encanta encerrarse en ciclos, como si tuviera la necesidad de estar contenido.

Nos pasan muchas cosas en un año, y es raro, ya que en el día a día, uno casi no se da cuenta que van pasando pequeños acontecimientos que hacen que al terminar el mismo, nos sintamos diferentes que el año anterior.

Pero van pasando.

Cambiamos no solo en cosas materiales, sino también en emociones y en decisiones que nos llevan a ser mejores, peores y a veces, hasta a ser otra persona.

Nada de esto está mal, siempre y cuando, uno sepa que le está ocurriendo, ya que no hay nada peor en la vida que no darse cuenta.

Por eso, mientras sepas que lo que estás haciendo está bien o mal, pero lo sepas, no hay tanto problema.

Un año es mucho tiempo, y un día es bastante, como para que no pase nada.

Por eso mi consejo para el 2011 es que hagas que cada día pase algo, y a ésta misma hora, pero el año que viene, te van a haber pasado pila de cosas, buenas y malas, pero cosas, ya que todos sabemos que lo más parecido a la muerte, es que a uno no le pase nada, y creo que la mayoría de nosotros preferimos seguir vivos, por lo menos por ahora.

Entonces y para no cerrar este texto de forma tan seria, tiraré algunas puntas como para poder releer cuando el calendario avance mucho más rápido que nosotros mismos.

Antes de arrancar con el calendario, algunas cosas generales que sirven para todo el año como por ej: No te olvides de tu familia, no dejes de leer, no dejes de escribir, de ir al cine, de comer sano, de ser buena gente. Intentando que realmente te importe que el mundo esté un poco mejor que lo que está.

Y ahora, el Calendario aconseja:

1 En Enero, cuando te estés yendo de vacaciones, no te apures por hacer todo el primer día, ni andar a 140 para llegar 20 minutos antes a Guazuvirá Nuevo.

2 El día que te estés volviendo de vacaciones, no sientas que se acaba el mundo, solo comienza de nuevo y que no te atormenten todas las promesas que pateaste para el 2011, solo por el hecho de que aún faltaba un buen tiempo.

3 En Febrero o Marzo arrancá el gimnasio con toda la fuerza y no esperes a Noviembre cuando ya es tarde para poder lucir esa sunga que te compraste en Brasil el verano del 2001.

4 En Abril o Mayo cuando el frío comienza a pegar, no dejes de salir y no te transformes en un ermitaño que solo piensa en la noche, para acostarse con la manta eléctrica a ver Bailando por un Sueño.

5 En Junio y Julio, hacé el balance de mitad de año y fijáte si realmente tenés la mitad de los objetivos cumplidos, cosa de poder tener tiempo para dar esa vuelta de timón.

6 En Agosto y Setiembre, cuando lentamente se está yendo el invierno, el cansancio entra a pegar y sobretodo llega el strees por que se acerca el final de un nuevo ciclo, no mandes para el otro año lo que aún podes hacer en éste.

7 En Octubre y Noviembre, no dejes a tu novia que tanto te ama y amas, por unos escotes, algunas polleritas y unos hombros provocativos. Te podes llegar a arrepentir mucho antes de lo que te imaginás.

8 Y en Diciembre, si no hiciste nada, tratá que por lo menos cuando arranque el 2012, estos siete puntos anteriores, tengan algún sentido en tu vida.

Feliz 2011 para todos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

La la la…

¿La rubia es tarada?

¿La morocha es sexy?

¿La flaca es frígida?

¿La gorda le sirve todo?

¿La pelada es encaradota?

¿La pelirroja es loca?

¿La petisa es histérica?

¿La alta es bobona?

¿La tetona es calentona?

¿La culona también lo es?

¿La de ciudad se hace la linda?

¿La del interior es más fácil?

¿La pendeja es suave?

¿La madura es áspera?

¿La divorciada adelgaza?

¿La casada engorda?

¿Las enfermeras son trolas?

¿Las peluqueras busconas?

¿Las cajeras se hacen las tímidas?

¿Las secretarias trolas finas?

¿Y la tuya cual es?

domingo, 15 de agosto de 2010

Un Viaje


El otro día me senté a tomar una con mi interior, se me puso a hablar, y no me dejo casi pronunciar palabra.

Él me decía:

Que todos necesitamos viajar, viajar tomando algo, fumando algo, teniendo sexo, soñando, recordando o el más lineal de los viajes, tomándose un avión, a donde a uno no lo conozcan.

Me miraba mientras me hablaba y me decía, “¿Donde están tus sueños y donde esta tu vida?”

No paraba de hablar, yo no paraba de estar perplejo ante tanta sinceridad.

Me contaba que él había viajado mucho y que todo el tiempo me ha tratado de hacer entender que tengo que salir de ese lugar cómodo que todos buscamos y que solo lo encontramos para volver a desacomodarnos, porque sino, ¿para que vamos a seguir viviendo?

Yo intentaba decirle que viví la mayoría de los años incómodo, y él, que casi no me dejaba hablar, me decía que era mentira.

Me decía que tenía que dejar de viajar solo con el recuerdo, con los amigos, con ese trago compañero a veces amargo y tratar de ver otras cosas, otros olores, colores, otros miedos.

Que nunca es lo peor ni lo mejor lo que tenemos y que en el condado en que me muevo pasan cosas muy buenas y lindas, pero que si rompía media frontera, me iba a sentir mejor, para mañana poder vivir en el condado que elija y no, en el que solamente conozco.

Que la emoción de aterrizar es un sentimiento divino, pero que cada tanto se hace mejor despegar, porque uno quiere decir paz y el otro adrenalina, y si bien las necesitamos a las dos, no se puede vivir solamente en la tierra.

¿Para donde estás yendo? Me preguntaba, ¿vas a donde querés ir o a donde te llevan?

Me dijo que no me preocupara, que él ya sabía la respuesta, y que lo mejor es que aún hay tiempo para cambiar o para dejar todo como está, pero en base a experiencias nuevas y no a comodidades viejas.

Que el destino no es algo que está delante de nosotros como si fuera un misterio, sino que viene en el trayecto con nosotros y que por ende, lo llevamos a donde lo queremos llevar y lo mejor, él siempre se deja.

Que cada unos de nosotros es como un pasajero y que tenemos la posibilidad, de que ese viaje siempre sea al mismos lugar, o cambiemos el destino cada tanto, solamente por la simple razón de experimentar.

Que nadie me va a explicar que es la vida, que las explicaciones están adentro mío y de las cosas que quiera vivir.

Por eso amigo y para terminar ésta copa, te digo que te vayas ya, despegando de todo y de todos, para que se descontamine tu corazón, se limpie tu cabeza y evalúes si realmente tus certezas son tales, o son un invento de este chico y cómodo condado.

Hasta la vuelta.

martes, 20 de julio de 2010

Frases II


A tuquita pal café.

El que no prueba, no se hace gay.

Haz el mal, mirando a quien.

En el mundo de los ciegos, Defensor sale campeón todos los años.

No pienso, luego subsisto.

No es simple, no es Claro.

Antes, mantenías una relación hasta de noviazgo con la chica de la revista porno, ahora con Internet, se perdió esa estabilidad.

Un profesional es alguien que hace el trabajo que le apasiona, incluso los días que no tiene ganas.

Persevera y te estresarás.

Lo que cuesta vale, lo que duele cura, lo que es rico engorda.

A la noche hay que esperarla.

Cuando decís, “ me estoy quedando pelado” ya te quedaste pelado.

Odio el sistema operativo, el render y la madre que lo parió.

El día que todos seamos sinceros, se acaba el mundo.

El hombre perfecto, es aquel que se siente joven en la noche y maduro en la mañana.

domingo, 4 de julio de 2010

¿ Te Tenemos que ver Campeón ?


Me vengo resistiendo a escribir sobre el mundial, pero hoy llagamos a un momento donde es difícil no hacerlo.

Intentaré ser lo menos futbolero posible.

Hay una cosa que nos preguntamos todos y es: ¿POR QUÉ QUE AHORA SÍ SE PUEDE Y ANTES NO?

Sería aburrido hablar del pasado, pero sí podemos pensar en una buena manera de hacer las cosas hacia un futuro, y no solo jugando al fútbol, que en definitiva no es más que un juego y dentro del juego, no es más que un deporte dentro de tantos.

Pero los Uruguayos dejamos casi todas nuestras expectativas de triunfo en un juego llamado Fútbol y eso es un tanto peligroso.

La canción que nos identifica dice URUGUAY TE QUEREMOS, TE QUEREMOS VER CAMPEÓN…

Esas simples letras fueron hechas en un pasado, el tema es saber que hacer con ese pasado y esa letra que nos presionó por más de 30 años.

¿Quién nos quiere ver campeón? ¿Podemos?

Los Uruguayos somos un tanto raros, siempre nos gusta salir adelante desde la adversidad, desde los problemas, desde las miles y miles de cosas que están mal.

Pero despertemos por favor, desde las cosas que están mal, la mayoría de las veces, no se sale campeón y hay más de 30 años de ejemplos que ratifican esto. Es haciéndolas bien como generalmente se logran los éxitos.

Y esto es un gran ejemplo de eso, luego de la Copa América, Tabárez hizo lo que tenía que hacer, dejar afuera a una serie de jugadores que no aportaban ni humana, ni profesionalmente.

Ojalá al termino de este Mundial, usemos esta experiencia para mejorar no solo en el fútbol sino en el deporte en general y hasta en el trabajo particular de cada uno de nosotros.

Porque los ejemplos de las cosas que están bien hechas siempre sirven para todo. ¿O no vivimos en nuestra cotidianidad dando ejemplos futboleros? ¿Será hora que el fútbol nos de ejemplos de vida?

Creo que uno de los grandes problemas que tenemos es que no reconocemos el trabajo y sí reconocemos los resultados - y esto sí que es un grave error.

El fútbol es un deporte de momentos, donde el error de uno de los 11 jugadores puede hacer que te hagan un gol y ese gol haga cambiar el estado anímico del equipo y termines perdiendo. Sino Brasil no estaría afuera del Mundial.

Lo bueno es que dentro de todo lo que nos está pasando, la suerte nos ha acompañado, como los palos de México, Corea y la mala puntería de los de Ghana. Porque digamos la verdad, el partido del viernes es lo más parecido a una película de suspenso, donde todo el tiempo están por matar al protagonista, y casi irrealmente éste zafa de una manera poco creíble.

Pero si no hubiera sido así, estoy seguro que los periodistas y hasta la gente misma, estaría culpando a Tabárez de ser aburrido, de no ser arriesgado o de haber dejado a Cristian Rodriguez sin Mundial.

¿Hoy alguien se acuerda del Cebolla?

¿Qué hace que esté todo bien? ¿Qué un jugador, cuando la mano venía mal la cuelgue de un ángulo como hizo Suarez contra Corea o el propio Suarez la saque como un golero en la línea y hasta Forlán que saca ese tiro libre de la nada en un partido harto complicado ?

Es ahí donde para mi radica el problema, no es un tema de resultados, es un tema de buenos o malos procesos, bueno o malos profesionales, buenas o malas personas.

Si lo de la frase de arriba es como tiene que ser, un día terminas ganando.

Un grupo es lo que hace que las cosas salgan bien, un buen director hace que el grupo sea un grupo, el pueblo es el que primero se da cuenta de todo esto y es por eso que las calles se han llenado de felicidad y festejo.

Comparo este proceso de la Selección con el proceso de pago de deuda con el FMI ya que siempre nos han dicho que sin el FMI y sin Paco Casal, ni el país ni el fútbol salían adelante.

Sin embargo está claro que por un lado es mejor prestarnos plata entre países amigos para que nuestros economías crezcan y por otro, que el día que Casal dejo de hacerle el equipo al DT de Uruguay y de sentarse en el banco de suplente como un ayudante técnico, estamos con firmes chances de ser los mejores del mundo en algo.

¿Ustedes se imaginan al otro día de salir Campeones del Mundo, todos las cadenas internacionales re transmitiendo nuestro fútbol de cada día como por ej: Miramar Misiones vs El Tanque desde el Méndez Piana? Si señores, esto es un milagro.

Hoy sabemos que por como esta diseñado el mundo, NO PODEMOS SALIR CAMPEONES DEL MUNDO, que si salimos campeones es por esas cosas del fútbol, NO TENEMOS POR QUE SALIR CAMPEONES DE NUEVO PORQUE LA HISTORIA NOS LO MARCA, y lo mejor, el día que perdamos, la gente lo va a reconocer igual, porque los jugadores son los primeros hinchas de la selección, han dejado todo en estos años sin importarles los millones de dólares que tienen en el banco.

Señores disfrutemos sin duda, pero sobretodo aprendamos que el deporte es injusto, ya que si entre tantos equipos que hay en el mundo, ¿UNO SOLO HACE LAS COSAS BIEN?

¿Por qué un equipo DEBE salir campeón? Eso no existe desde el primer momento que hay otro que también DEBE salir campeón.

No me creo que esto de que TODOS estamos juntos en este proceso, creo que hay muchos que despotricaron contra jugadores y sobretodo contra el cuerpo técnico, pero que hoy es tan increíble lo que está pasando que no tienen otra que sumarse a la alegría.

¿Ustedes no se acuerdan que la mayoría decía no entender para que íbamos al Mundial, ya que a duras penas le ganamos a Costa Rica quedando quintos de 10 equipos por tercera vez en 12 años ?

¿Alguno se puso a pensar que hubieran dicho algunos periodistas sobre el juego desplegado, si Corea luego del empate nos hacia el segundo o si Ghana nos hacia ese gol en la hora?

Por eso, aprendamos de lo bien que se hicieron algunas cosas. Mejoraremos porque siempre hay para mejorar, pero no miremos el resultado sino miremos el trayecto que es tan divertido y gratificante como el éxito de salir campeón.

lunes, 19 de abril de 2010

Ayer fui al Estadio

Ayer fui al estadio a ver el clásico del futbol Uruguayo.

Pero antes de decir algo del mismo, voy a hacer una breve reseña de mi relación con el futbol.

Cuando era niño mi padre trabajaba como Periodista Deportivo en un Periódico, pero también trabajaba en otra empresa a la mañana, por esa cosas de familia italiana donde la mujer bancaba la casa y el hombre el presupuesto, el viejo metía 15 o 16 horas diarias fuera de casa.

Por todo esto, mucho a mi padre no lo veía y decidí que si Mahoma no venía a la montaña uno tenía que ir al Estadio con Mahoma.

Sábados y Domingos de mi infancia me pasé correteando por el Centenario, viendo tanto a Peñarol como a Nacional.

Siempre digo que me hice hincha de Peñarol por elección y no porque alguien me hiciera, ya que mi viejo era de Defensor y si bien algún familiar tenía en la vuelta tanto de uno como de otro equipo, pude apreciar empíricamente, que valores transmitía una y otra institución.

Era la época donde las hinchadas compartían tribuna (algo impensado en estos tiempos) y no puedo negar que esa cosa más de pueblo, de los colores, del temperamento de los jugadores y de la hinchada que nunca paraba de cantar, siempre me atrapó más en Peñarol que en Nacional.

Luego en la adolescencia me independicé de que papito me hiciera entrar de garrón al Coloso de Cemento y viví ese famoso Quinquenio tan pintoresco plagado de cosas raras. Viví momentos increíbles, donde esa unión que ya se había arraigado en mí desde niño, en mi juventud se hizo todavía más fuerte.

Tanto es así, que era impensado para mí no ir a la cancha cuando el Carbonero jugaba en donde fuera y menos aún ir a una tribuna que no fuera la popular, ya que ésta tenía esa cosa de energía y pasión irracional que la verdad me hacía divertir mucho y sobretodo me hacía sentir parte.

Pero claro, nada es para siempre, y Peñarol cometió tantos errores conceptuales como los de Uruguay luego del 50, ganando algo increíble y luego dejando de construir un futuro, pensando que podía vivir del pasado para siempre.

Pero de todos modos seguía yendo, seguía amargándome, por algo que en realidad no tenía tanta importancia, más que bancar al otro día, algún amigo del otro equipo que se reía un rato de uno.

Pero bueno la vida cambia uno se hace grande y un día te das cuenta de algo que sabías y apreciabas pero no le dabas la importancia que se merecía.

Entonces, entre algunas amarguras, otros actos de corrupción tanto de propios como ajenos, actos de violencia y el pésimo espectáculo que uno recibía en contrapartida, lentamente me fui desmotivando, además de que era socio desde los 12 años y pagar una suma de dinero - que quizás hoy no me desequilibra el presupuesto - pero que en ese momento por esa cuota social, quizás dejaba de salir un fin de semana, me resultaba mucho esfuerzo de todo tipo por muy pero muy poco a cambio

Es así que me entre a preguntar cosas como:

¿Estoy cortando mi fin de semana por este espectáculo paupérrimo?

¿ Tengo que jugarme la vida en cada cancha de mala muerte viviendo situaciones realmente extremas por un partido de futbol que además transmiten por la tele?

Ahí comencé a seleccionar los partido potables, donde sabía que la mano venía mas o menos competitiva y no era de extremo riesgo.

Luego el paladar se entro a refinar aún más, me mudé a 30 km de Montevideo, y llegó un momento en que a menos que Peñarol jugara entre semana y justo me quedara a una hora cercana de la salida de mi trabajo, no iba ni que me pagarán.

Pero por otro lado, le resaca de ese fanatismo histórico, hizo que tampoco me perdiera casi que ni un partido por TV.

Aunque claro, una cosa es prender la tele 2 horas y otra cosas es perder toda la tarde.

Toda ésta perorata fue para justificar lo que me pasó ayer, entender el contexto y reafirmar que al futbol hoy va gente que necesita sacar para afuera solamente odios y frustraciones.

Lejos estamos de estar en paz en cuanto a seguridad, de estar felices por el despliegue deportivo y menos aún con un terreno de juego que la verdad es tétrico y que debería ser lo mínimo que se tendría que tener para un partido de futbol más o menos normal.

Porque digamos la verdad, uno va al cine y tanto el audio como el video más o menos tiene que salir bien, y por más que la butaca este medio rota, si la peli es buena, nos vamos más o menos conformes.

Pero cuando uno va al Centenario se esta lejos de que se cumpla con las mínimas necesidades básicas.

Y acá empieza a terminar la historia:

Volví por una sola razón. Mi hijo me lo pidió y la verdad es que vengo diciéndole que no a muchos clásicos, zafando con el tema violencia.

Pero bueno, en este caso accedí, ya que de los peligrosos, éste era un poco menos y como somos socios, entrábamos gratis y podíamos ir a la América, tribuna teóricamente más tranquila.

Antes de decir la razón de por que le llamo “tranquilidad teórica”, voy a comentar los otros temas que no voy a tocar y que también conspiran como para que un persona normal no tenga ganas de ir al Estadio, sin importar el resultado deportivos.

No voy a hablar de: los asientos que a penas entra una persona, donde los vendedores no tiene lugar para pasar por ningún lugar pero igual el cafetero te tira las gotas de café con esa canilla infame, más el que vende papas chip, que te las deja a una módica suma de 50 pesos el pequeño y aireado paquete.

Tampoco voy a hablar de que hay gente que pagó mas de 400 pesos y se sentó en la escalera, mientras en el entretiempo había gente que queriendo ir al baño, pisoteaba a casi ancianos que no habían encontrado lugar.

Podría seguir pero se hace aburrido, solo una cosa más quiero destacar, es que esto que cuento se da en la AMERICA, porque no quiero contar los robos y el trafico que se dan en las populares donde la verdad, uno tiene que ser cuasi mafioso para no alarmarse.

Y tengamos en cuenta que soy un tipo de barrio, que fue a la Amsterdam casi toda mi corta vida y que me crié en la cancha del Auriblanco e iba a ver al basquetbol a Peñarol hasta en la cancha de Waston.

Pero hay una cosa a la que de verdad me quiero referir, e intentar transmitir mi preocupación por ver como ya no son solamente 500 inadaptados los que hacen cosas indebidas o actúan como personas casi analfabetas.

Siempre me preocupó como ya hace un tiempo, algunos cantos no tan formalmente correctos iban entrando en otras personas, pero la verdad que a la larga, siempre lo veía como algunas canciones subidas de tono, que solo quedaban en el ámbito de la Amsterdam.

Lo que escuché ayer ya no fueron canciones que hablaban de muerte, cosa que ya me parece deplorable, pero que, si bien no estoy para nada de acuerdo con la misma, puedo - y no estoy muy seguro de esto que estoy expresando - llegar a entender - sin justificar en lo mas mínimo - que algunas personas mucho más educadas que otras excluidas por la sociedad, canten algo tan terrible como matar a uno del otro equipo, por el hecho de que lo cantan pero no lo desean, y solamente lo expresan en tono muy general, si vale que esto se aplique en algo general.

Pero ayer veía como padres de familia cantaban, y al cantar daban el ejemplo a sus queridos hijos, una canción que rezaba de la siguiente manera.

“Allá en el parque hay una banda que es la más puta de todas
La que se pone el chaleco la que se pone la gorra

La que pide la Colombes marca tarjeta en la novena y con la pija del manya le gusta hacerse un enema

Para ser de la blanca hay que chuparla

Para ser de la blanca hay que mamarla

Para ser de la blanca hay que chupar la leche la del carbonero

Leche leche leche, la del carbonero

Leche leche leche la del carbonero…”

Creo que luego de esto y de ver como casi toda la tribuna América llena de personas que tuvieron la suerte de recibir una educación bastante más formal que los de la popular, cantaban ésta patética canción, estoy completamente seguro que hoy a la cancha van mucho mas que 500 inadaptados.

Me acuerdo como en esa misma tribuna pero hace 20 años atrás, una señora se paraba indignada a gritarle a la popular porque en su canción incluía la palabra PUTO.

domingo, 28 de febrero de 2010

TOC TOC


Hace un rato me fijé como todas las semanas, si la suerte golpeaba a mi puerta premiándome con ganar el 5 de oro.

Y nuevamente me encontraba al mirar la grilla, con esa expectativa relativa, sabiendo que un día puede tocar pero nunca con la fe de que justo sea éste el día indicado.

Lo raro fue, que ésta vez los números coincidían.

Hasta que al final, y por tercera vez en los 15 años que juego a los mismos números, faltaba uno para hacerme - un poco - rico.
Y claro, lo primero que uno piensa en esas ocasiones es algo no muy feliz.

Pensas en cosas de tipo: se fue esa oportunidad de que la vida te regale lo que no podés conseguir con el trabajo de todos los días.
Que no me puede pasar el mismo hecho 3 veces, etc.

Luego, y dejando de lado mi situación y el hecho de haber tenido tan cerca - un poco - de riqueza, me puse a pensar si realmente está bien que te regalen plata por tener suerte.

¿Y por que no? ¿Y por que si?.

Me parece interesante reflexionar sobre si está bien que uno se gane algo sin el mínimo esfuerzo.

Suponiendo que hacer una jugada no genera esfuerzo, ya que no tengo dudas que ganarse la plata para apostar sí lo genera, pero el acto de hacerlo no. Además, todos sabemos que el día que ganemos algo no vamos a pensar que fue por el esfuerzo de trabajar para pagar la apuesta.

Entonces, el día que te toque ganar a vos, todo el mundo te va a felicitar por algo que no sé si mereces. No sé como se sentirá el hecho de que alguien te dé una ganancia económica por el simple hecho de elegir tal número.

La pregunta es: ¿cómo nos tenemos que sentir por recibir cosas sin merecerlas?

De verdad no me pone tan mal no haber ganado esos 100 mil dólares, y creo que es porque tengo la suerte y la posibilidad de comer todos los días, de tener un techo y de alimentar a la gente que está cerca mío con mi trabajo diario.

Por eso pienso que la mayoría de las personas que ganan apostando, no son personas que tengan reales apremios económicos, porque esas personas, no tiene dinero ni siquiera para pagar la apuesta.

Entonces el mundo hace que la mayoría de las personas que se ganan algo en un sorteo o una apuesta, sean seres humanos que ya tienen cubiertas las necesidades básicas.

Acá unos ejemplos: El que se gana el auto en el sorteo del Shopping tiene que antes haber comprado mercadería por X valor.

El que pone el cupón del super puede entrar a comprar por lo menos la leche y el pan de todos los días.

El que entra a la ruleta o juega a la lotería, cuenta con algo de plata para hacerlo.

Entonces, repito que hay otras personas que no tienen esa posibilidad de participar en cualquiera de los ejemplos expuestos o ningún otro que nos podamos imaginar.

O sea, está bien claro que no todos tenemos la misma oportunidad de tener suerte, hay personas que ni siquiera tienen una puerta para que ésta les golpee.

Nuevamente el sistema le da plata a las personas que ya tienen un poco - o bastante -.

Entonces, cuando ganemos lo vamos a hacer a costilla de un montón de personas que no supieron manejar el tema del juego y las apuestas, personas que hoy tienen una enfermedad tan complicada de sanar como la de ser drogadicto, alcohólico etc.

Hay infinidad de ejemplos de personas que se suicidan o dejan a sus familias en la calle por no poder manejar el vicio del juego y con parte de la plata de esa gente, nosotros vamos a recibir un montón de dinero por acertar unos numeritos.

Pero además reflexiono sobre el hecho en sí, sacando de lado la gente damnificada por el juego y centrándome en que nos regalen una suma importante.

La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a recibir una paga por el sudor de nuestro cuerpo, en el trabajo diario.

No dejo de pensar en lo raro que puede llegar a ser no hacer nada y cambiar una situación económica familiar (sin dudar del merecimiento que pueda tener cada familia en particular por recibirla).

Por eso pienso y para terminar, que no sé como me sentiré el día en que la suerte golpeé mi puerta, pero juro que no tengo claro si está bien que te den un bien económico solo por el frívolo hecho de tenerla.

En tanto no me gano el 5 de oro, voy poniéndome contento por la suerte de tener una puerta en la que se pueda golpear.


domingo, 31 de enero de 2010

Dos Viejitos


Miro y observo.


En una playa cualquiera.

Veo a una pareja viejitos de más de 70.

En paz sin decir nada, cada tanto un comentario casi cotidiano, de esos que no tienen la más mínima relevancia, pero que hay que hacer para que no pase tanto tiempo sin decir nada, como para llenar estéticamente el silencio.

No hay mimos, pero los dos sienten que han sido el uno para el otro, como si no hubiera habido otra posibilidad de elegir y si la hubiera habido, se hubieran vuelto a elegir.

Sin mimos. Creo que las veces que he visto una pareja de señores mayores haciéndose arrumacos, o es o porque estoy viendo una película, o porque son dos viejitos que se conocieron ya a una edad avanzada y que hoy viven recién algunos años de estar juntos.

Los sigo mirando. Me pongo a pensar que pasa entre medio de ese silencio. En que piensan mientras miran y escuchan el mar.

Me imagino que piensan en lo hijos, en las parejas de esos hijos, en lo raro que actúan los nietos, pero cuanto los quieren, en lo que se perdieron, en lo que ya pasó...

Él está más serio y ella más joven. Él usa el short de hace 10 años y ella siempre intenta estar un poco más coqueta. Ella le pasa bronceador a él y ella se lo pasa a ella misma.

Entre ellos y yo hay un par de señoras hablando de sus ex maridos, que las dejaron por otras con 10 años menos que ellas y las clavaron con hijos y nietos y un montón de soledad inaudita para tener 50 años. Viejas para ser jóvenes y jóvenes para ser viejas.

Sigo mirando y veo niños, muchos niños que son más felices en la playa que en cualquier otro lugar. La playa le gana al pelotero, al play y a todos los que rajen.

Veo madres preocupadas por sus hijos y padres que leen el diario ocupando todo su perímetro visual, abstrayéndose de todo, como si el acto de conducir hasta la playa y cargar unas sillas, fuera su única obligación en toda la tarde.

Jóvenes que toman cerveza como si fuera agua mineral y luego se les da por hacer el clásico picado y hacerse los Ronaldinho, no dejando una pierna sana.

Sigo mirando y veo a los que bajan cargados de petates a las cinco de la tarde como si se quedaran a acampar en la playa todo el mes, mientras las chicas suben porque están desde la una, ignorando el ozono y el cáncer, todo por una noche de baile con color más caribeño que aquel jugo sumado el mismísimo Julio Ríos.

También está el que se cree Acuaman y se mete tan profundo que se le ve solo la cabecita, mientras los Guardaviítas muertos porque no ha llovido en casi todo el verano y no tienen un día libre hace un mes, bajan de su bunker por si tienen que actuar y salvar al vivarola de las patas de rana.

Veo jugar a muchos deportes como boleball, tejo y paleta. Y los viejitos siguen ahí, mirando, solo mirando.

Pensando en el pasado y creyendo en el futuro que en definitiva terminará siendo igual que el presente.

Siguen casi callados, casi felices, casi cansados. Pensando en la subida de la duna hasta el auto cuando ya les venga el fresquete.

Pesando en la cena, en el riego y el mata hormigas.

Y así el tiempo les pasa. Así en paz. Esa paz que no pudieron tener antes, esa paz tan disfrutable, tan tediosa, tan asquerosa. Esa paz que los tiene tristes porque están solos, pero pensando que están mejor que la semana pasada, cuando nueras y concuñados llenaron la casa de gritos, arena y mugre.

Miro y observo.

En una playa cualquiera.

Veo a una pareja viejitos de más de 70.

Veo la historia de los dos viejitos que llegaron a esta edad, y no saben bien como hacer para que mañana sea diferente y cuando intentan cambiar, les resulta tan estresante, que prefieren dejar todo como está, porque para problemas ya han tenido suficientes en la vida de años pasados.

Dos viejitos lindos, con mirada perdida.

Dos viejitos hecho el uno para el otro.

Dos viejitos que parecen que se han dicho todo, pero siempre hay cosas que ocultar.

Dos viejitos como tantos, que solo por el hecho de ser viejos son mucho mas buenos y adorables.

Dos viejitos que ojalá sepan vivir los que les queda, porque nos pasamos la vida pensando en mañana y cuando llega el día de no hacer casi más nada, nos aburrimos y nos morimos.

Ojala sepamos vivir bien hoy y mejor mañana.

En definitiva de eso se trata la vida, porque no cabe duda que la llegada de la muerte no la podemos modificar.