domingo, 15 de agosto de 2010

Un Viaje


El otro día me senté a tomar una con mi interior, se me puso a hablar, y no me dejo casi pronunciar palabra.

Él me decía:

Que todos necesitamos viajar, viajar tomando algo, fumando algo, teniendo sexo, soñando, recordando o el más lineal de los viajes, tomándose un avión, a donde a uno no lo conozcan.

Me miraba mientras me hablaba y me decía, “¿Donde están tus sueños y donde esta tu vida?”

No paraba de hablar, yo no paraba de estar perplejo ante tanta sinceridad.

Me contaba que él había viajado mucho y que todo el tiempo me ha tratado de hacer entender que tengo que salir de ese lugar cómodo que todos buscamos y que solo lo encontramos para volver a desacomodarnos, porque sino, ¿para que vamos a seguir viviendo?

Yo intentaba decirle que viví la mayoría de los años incómodo, y él, que casi no me dejaba hablar, me decía que era mentira.

Me decía que tenía que dejar de viajar solo con el recuerdo, con los amigos, con ese trago compañero a veces amargo y tratar de ver otras cosas, otros olores, colores, otros miedos.

Que nunca es lo peor ni lo mejor lo que tenemos y que en el condado en que me muevo pasan cosas muy buenas y lindas, pero que si rompía media frontera, me iba a sentir mejor, para mañana poder vivir en el condado que elija y no, en el que solamente conozco.

Que la emoción de aterrizar es un sentimiento divino, pero que cada tanto se hace mejor despegar, porque uno quiere decir paz y el otro adrenalina, y si bien las necesitamos a las dos, no se puede vivir solamente en la tierra.

¿Para donde estás yendo? Me preguntaba, ¿vas a donde querés ir o a donde te llevan?

Me dijo que no me preocupara, que él ya sabía la respuesta, y que lo mejor es que aún hay tiempo para cambiar o para dejar todo como está, pero en base a experiencias nuevas y no a comodidades viejas.

Que el destino no es algo que está delante de nosotros como si fuera un misterio, sino que viene en el trayecto con nosotros y que por ende, lo llevamos a donde lo queremos llevar y lo mejor, él siempre se deja.

Que cada unos de nosotros es como un pasajero y que tenemos la posibilidad, de que ese viaje siempre sea al mismos lugar, o cambiemos el destino cada tanto, solamente por la simple razón de experimentar.

Que nadie me va a explicar que es la vida, que las explicaciones están adentro mío y de las cosas que quiera vivir.

Por eso amigo y para terminar ésta copa, te digo que te vayas ya, despegando de todo y de todos, para que se descontamine tu corazón, se limpie tu cabeza y evalúes si realmente tus certezas son tales, o son un invento de este chico y cómodo condado.

Hasta la vuelta.

1 comentario:

  1. Badano, como le va? su club de fans esta por organizar una manifestación. a ver si con eso lo movemos como para que vuelva a escribir.

    saludo.

    ResponderEliminar