sábado, 21 de mayo de 2011

La caducidad y lo caduco.

Con el correr de los años ha sido bastante repetitivo éste tema de la anulación de la Ley de caducidad y sin duda más aún en estos últimos días.

Tanto es así que éste tema está entrando en caducidad.

Lo primero que quiero decir, es que no estoy para nada de acuerdo con la gente que opina que hay que mirar para adelante y que las víctimas fueron parejas.

Lo segundo que quiero decir es que lo que me hubiera gustado que ocurriera, es que se hiciera justicia.

Si me remonto al pasado pienso:

¿Cómo puede ser, que en abril de 1989 hubo un 43% de uruguayos que votaron en contra de que ésta Ley se aprobara y hoy o mejor dicho hace tan solo un año, no se llegó a tener un 7% más para terminar con ella, teniendo en cuenta además, hace dos períodos eleccionarios la izquierda es gobierno?

Es evidente que la responsabilidad que tenemos sobre el tipo de país que queremos es de todos, pero en éste caso me parece que los políticos son grandes culpables y sobretodo los del Frente Amplio.

Si hago un gran pero un gran esfuerzo, puedo llegar a entender que en 1989 haya habido un 57% de uruguayos que por miedo, por pensar que era lo mejor para la democracia, por disciplina partidaria o por cansancio de una época que por suerte se iba, hayan votado que esa Ley lamentablemente se gestara.

Pero lo que sí no entiendo es que 20 años después, con un crecimiento generacional de la izquierda y un replanteo (en algunos casos) de la derecha, no se haya podido llegar a tan solo un 7% más, para así poder anular la Ley de una vez y para siempre.

Hay dos cosas que me duelen y mucho:

La primera es la despreocupación de mi pueblo, ya que si hubiera habido comunicación masiva en los medios, no me cabe la menor duda que ésta Ley estaba derogada.

Sin embargo, como los políticos estaban más preocupados por el poder que por la justicia, dejaron librado a que la gente se informara y se motivara sola.

La segunda, que los políticos no trabajaran en éste sentido, políticos tan interesados desde hace años por éste tema y que a la hora de decidir donde poner las energías, no fueron capaces de ponerla en anular esta Ley, por miedo a perder una elección.

¿No hubiera sido mejor, no hacer el plebiscito en medio de una elección donde los mensaje quedaron entreverados?

Hoy sin ese plebiscito, no estaría tan mal visto que el Poder Legislativo volviera a revisar el tema.

Por desgracia esto no ocurrió y a la hora de votar por los Derechos Humanos, no le prestamos la atención debida.

Repito, no puedo creer como la motivación no estuvo en la gente por si sola y no puedo creer como no hubo una campaña de verdad.

Y ahora me pregunto, si el Frente Amplio, no hizo lo que tenía que hacer cuando había que hacerlo, si la gente por la razón que fuera, nos guste o no nos guste se pronunció a favor de no derogar la Ley ¿cómo vamos a hacer de cuenta que esa elección no existió y darle una nueva interpretación a la misma?

¿No será un poco tarde?

¿No quedaremos como unos tontos, haciendo y deshaciendo?

¿Se puede poner al Presidente de éste país, actor directo y principal interesado de que ésta Ley se anulara, en un lugar tan pero tan inocuo, tratando de convencer a Semproni, para que no se vaya de sala, ya que faltaba solo un voto en la Cámara baja para seguir el camino de la nueva interpretación de ésta Ley tan demacrada?

¿Se puede llegar a la renuncia de un senador como Huidobro, sabiendo además lo que piensa de ésta Ley y teniendo el pasado que tiene?

¿Cómo puede ser que se revise un plebiscito hecho hace un año?

Tengo claro que técnicamente no es revisar el plebiscito, pero si había otro camino, no tendría que haber habido ni recolección de firmas ni pronunciación del pueblo y en definitiva todos sabemos que ésta interpretación es más de lo mismo.

Para resumir, no creo que la mayoría del pueblo quiera no juzgar a la gente que hizo lo que hizo.

Por otro lado, la gente cada vez menos involucrada en el mundo institucional, se comió los mocos al no preocuparse por ir a votar lo que tenía que votar.

Para terminar me pregunto: ¿qué le decimos a los familiares de los desaparecidos, que esperan hace más de 30 años por justicia?

¿Cómo le decimos a esa gente que mire para delante?

¿Se puede mirar para delante luego de tener un hijo desaparecido?

Pensemos un ejemplo: fuiste violada cuando eras chica y te dan esperanzas año tras año de que van a juzgar a la persona que te hizo lo que te hizo, pero cuando estás tan cerca de que se haga justicia, se pincha la esperanza.

¿Se puede seguir viviendo en paz y sin rencor?

¿Se puede mirar para delante?

¿Se olvidan los holocaustos, las guerras y las injusticias?

De verdad, me duele mucho no hacer justicia, pero más me duele lo irresponsable que hemos sido en éste tema.

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